
Estar sano según la OMS es “un estado de completo bienestar físico, mental y social, y no solamente la ausencia de afecciones o enfermedades”.
Este estado y la ausencia de enfermedad tienen un impacto directo en nuestra calidad de vida y en los años que disfrutamos de ella. De hecho, los avances médicos y el mayor desarrollo económico han permitido que los españoles vivan más años. España se encuentra entre los diez primeros países del mundo con mayor esperanza de vida. Tras las japonesas, las mujeres españolas son, de hecho, las que más viven en el mundo. Sin embargo, una mayor longevidad supone también una población más envejecida. En España el 20% de la población tiene ya más de 65 años.
Los españoles en general gozamos de buena salud. Casi tres cuartas partes de la población consideran que su salud es buena o muy buena. Aun así, uno de cada diez de españoles afirma haber padecido dificultades a menudo o muy a menudo en su trabajo o en la realización de tareas domésticas en el último mes por razones de salud.
Las enfermedades que más nos afectan a los españoles son las relacionadas con el sistema circulatorio, que por otro lado son la primera causa de muerte en nuestro país. Los tumores y las enfermedades del sistema respiratorio son las otras dos grandes causas de enfermedad y muerte en España. Las patologías del sistema nervioso, incluyendo el Alzheimer, constituyeron la cuarta causa de muerte.
Además, existen una serie de problemas de salud y enfermedades tan graves como comunes y que, sin embargo, en muchos de los casos, son prevenibles. Entre ellas, se encuentran las siguientes:
- Enfermedades cardiovasculares: como los infartos, las anginas de pecho o la insuficiencia cardiaca. Son patologías que pueden afectar al corazón y a otros órganos, como el cerebro dando lugar a hemorragias o infartos cerebrales o el riñón produciendo insuficiencia renal. Los niveles de colesterol alto (hipercolesterolemia) o la tensión demasiado alta (hipertensión); las principales causas.
- Diabetes: es una afección crónica que se produce cuando el organismo pierde su capacidad para producir suficiente insulina o para utilizarla con eficacia, lo que origina una concentración excesiva de azúcar en la sangre (hiperglucemia). Con el paso del tiempo, esta glucosa acabará dañando los tejidos, produciendo alteraciones, disfunciones e insuficiencias en órganos como los ojos, los riñones, los nervios, el corazón y los vasos sanguíneos.
- Sobrepeso y obesidad: la obesidad es el gran mal de nuestros días. En nuestro país un tercio de las personas adultas presenta sobrepeso. Además, el ritmo con el que crece la tasa de personas con exceso de peso u obesidad se ha incrementado en los últimos años, duplicándose en los últimos veinticinco años. En el caso de los niños tres de cada diez niños y adolescentes sufren sobrepeso u obesidad. Tanto el uno como la otra constituyen factores de riesgo de la hipercolesteremia, la hipertensión y la diabetes.
- Enfermedades respiratorias crónicas: tales como el asma, la enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC), las alergias respiratorias, las enfermedades pulmonares de origen laboral y la hipertensión pulmonar.

- Dolores lumbares y cervicales
Son muchas las causas del dolor lumbar, pudiendo destacar la ciática, las contracturas y las hernias discales; también hay que destacar la lumbalgia, ya que puede ir de moderada a grave y suele ser uno de los principales motivos de baja laboral. Ocho de cada diez españoles sufre en algún momento dolor de espalda, siendo el más frecuente el lumbar que lo sufren dos de cada diez.
Otro de los dolores de espalda más frecuentes en España es la dolencia cervical, cerca de un 15,78% de los adultos en nuestro país suelen sufrir dolor de cuello de forma crónica. Además, entre un 30 y un 40% de las personas sufrirán cervicalgia en algún momento de su vida.
- Artritis
Cerca de un dos de cada diez españoles sufren algún tipo de artritis; de ellas, las enfermedades más comunes en España son la osteoartritis o la artrosis, ya que afectan a más del 15% de la población en nuestro país. A medida que la edad avanza estos problemas se suelen agudizar.