La densitometría ósea, también conocida como absorciometría de rayos X de energía dual (DXA), es una técnica de imagen médica utilizada para medir la densidad de los huesos. Ayuda a los médicos a diagnosticar y tratar enfermedades óseas como osteoporosis, fracturas y otras afecciones que implican una disminución de la masa o la densidad ósea.
DXA funciona mediante el uso de dos rayos X a diferentes energías para identificar la cantidad de calcio presente en un área particular del cuerpo. Esta información se puede usar para calcular la densidad mineral ósea (DMO) de un individuo o el «índice de masa ósea», que mide el riesgo de desarrollar fracturas debido a la debilidad de los huesos.
El procedimiento generalmente consiste en hacer que el paciente se acueste boca arriba mientras una armadura se mueve sobre él tomando múltiples imágenes desde varios ángulos con una exposición de radiación de baja dosis durante cada escaneo que dura solo unos minutos en la mayoría de las instalaciones, dependiendo de las áreas que se escanean. Los resultados generalmente están disponibles dentro de las 24 horas posteriores a la finalización, lo que permite a los médicos tiempo suficiente para un diagnóstico y tratamiento adecuados si es necesario.
Además, algunas máquinas tienen instalado un software que permite el cálculo de la evaluación de fracturas vertebrales, lo que puede ayudar a detectar pequeños cambios en la estructura de la columna causados por fracturas por compresión asociadas con la osteoporosis.
En general, la densitometría ósea es un procedimiento seguro cuando se realiza correctamente y ofrece información valiosa sobre el estado de salud general de una persona con respecto a su sistema óseo, lo que proporciona a los médicos datos importantes necesarios para tomar decisiones informadas sobre los planes de atención del paciente diseñados específicamente para mejorar la calidad de la esperanza de vida a través de la prevención y/o estrategias de intervención temprana cuando corresponda